- Anabel Cervantes Alva
Amarnos, es la responsabilidad primera
Actualizado: feb 15
Bendito amor que con su ausencia
nos regala libertad y dirección
Le pedí a un lucero besar tus labios en las noches oscuras;
le pedí a las aves gorjear sus himnos
en el cielo de tus horizontes;
le pedí al gato callejero
ronronear en tus pies de viajero
cuando el cansancio te venza…
Al terminar el día,
le pedí a mi mente parar de pensarte,
y enfrenté el terror de estar a solas
frente al espejo;
miré mis canas, mis arrugas,
una espalda cansada,
un par de brazos vacíos.
Amaneció,
era 14 de febrero,
la imagen en el espejo permanecía,
me acusaba,
era la mirada triste de un ser desconocido,
desdibujado,
difuso.
Comencé preguntando
lo que por años deseaba escuchar en labios de otros
¿Qué deseas?
Me permití un lujo,
biengasté unas monedas,
compré mis flores favoritas,
me invité al mejor restaurante y bebí
un vino costoso,
necesitaba valor para estar
cara a cara con mis sueños y necesidades postergadas;
conversé con el pasado,
revisé mi agenda.
(un pasado centrado en los otros
y una agenda personal vacía)
Lunes
Servicio de limpieza con los Medina,
llevar mis hijos al dentista,
cocinar,
lavar los platos,
ayudar con el proyecto...
Martes, miércoles, enero, febrero, 2001, 2002, 2003...
Reparación del coche,
organizar fiesta para…
graduación de...
limpiar la casa,
poner botones,
cortar el pasto,
tirar basura,
dar un masaje,
un abrazo,
un beso,
una sorpresa...
La cita se volvió dramática
Ese era mi temor,
descubrir lo miserable que he sido con el ser humano que soy,
descubrir que la felicidad buscada en el otro
se extravía cuando abandonas tu propio ser.
Pedí perdón a mi ser,
un ser olvidado,
abandonado,
marchito.
Me abracé,
lloré,
lloré hasta agotarse el último bocado,
la última copa,
el último reproche.
Terminé la cita con una sonrisa
un postre y una promesa...
Descubrir mi sol,
dejar de ser luna,
vestir mis brazos de plumas
y retomar el vuelo.

Fotografía tomada de es.dreamstime.com