- Anabel Cervantes Alva
Navegante de tu mar incauto
Bebes la inocencia de mis dilatadas pupilas,
diciendo te amo con tus labios prendidos.
Comes de mi vagabundo espíritu la oquedad,
desvelando la cima del suspiro profundo,
mi inexperto gorrión, prolongaste tu vuelo.
Sumerjo mi instinto en tu inagotable mar.
Me arrullas en tus olas
desplegando notas místicas,
dialecto de inagotables muslos.
Mañana de otra será tu proa
más en tus velas
soplará el canto del primer beso.
Seré el rumbo de tu barco;
aquella navegante de tu mar incauto,
aquella del timón con dilatadas pupilas.
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