- Anabel Cervantes Alva
Te soñé
Ayer me dormí, me dormí sin saberlo,
dormí sobre las esponjadas
y onduladas letras
del alfabeto;
sentí su armonía,
su canto,
su reso.
Mi cuerpo se sentía amorfo,
o quizá por fin completo,
no sabía dónde iniciaba yo,
ni dónde terminaba el verso.
Flotaba como hierro soplado
en un místico silencio,
silencio bullicioso de ocurrencias,
Jauría de verbos en movimiento;
Movimiento hipnotizarte
de verdoso encantamiento
pariendo ibas poemas
y poseyendo mi cuerpo.
Tentáculos poéticos
mi coraza roían,
orquestando plácidos,
neuronales coreografías.
Como relámpagos en el océano
versos del cielo caían,
y casi ahogada en un mar de letras
se interrumpió mi travesía.
Amor (dijo mi esposo en voz baja),
te has dormido sobre la cobija.
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